ACTUALIDAD



29 July 2020

Habilidades personales y sociales: poner y aceptar límites vs adaptarse, un reto en Latinoamérica



Cuando pensamos en cómo desarrollamos habilidades personales y sociales en Latinoamérica, consideramos que nuestro contexto social nos ha hecho únicos porque aprendimos a adaptarnos respetando la diversidad cultural que tenemos. Como resultado, ahora somos una sociedad multicultural. Algunas personas reconocen la naturaleza acogedora y cálida de los latinos como una de las razones por las que nos es fácil adaptamos en otras culturas. Sin embargo, nuestra tendencia a decir que sí a cada situación, porque no sabemos cómo decir que no, oscurecen nuestra habilidad de poner y aceptar límites. 

En otras culturas, por ejemplo la anglosajona, es común recibir un “no” como respuesta si la otra persona no está interesada. En el mismo escenario, es muy posible que un latino acepte, aunque quiera decir que no. Esta dificultad a rechazar un plan es el resultado de una educación en la que aprendimos a complacer a los demás aun pasando por encima de nosotros mismos. El primer paso para encontrar un equilibrio en estas situaciones y aceptar límites está relacionado con reconocer y aprender cuándo es apropiado decir sí o no.

Desarrollo de habilidades personales y sociales

habilidades personales y sociales

El contexto cultural y social en el que crecemos influye, en gran medida, en nuestra relación con los demás y con el mundo. Es esencial que nosotros, como adultos, estemos concientes de nuestra posición personal sobre ciertos temas, porque podemos transmitir nuestros juicios a nuestros hijos o estudiantes sin darnos cuenta. Es necesario preguntarnos desde dónde vemos el mundo, reconociendo que todos compartimos un punto de vista subjetivo desde el cual nos relacionamos, conocemos y aprendemos a establecer y aceptar límites.

Así mismo, el desarrollo de habilidades tiene matices, como se explica en ¿Tienen las habilidades personales matices?, algunas se refuerzan entre sí, mientras que otras pueden generar contradicciones. En el contexto latinoamericano, encontramos la facilidad que tenemos para adaptarnos y lo difícil que es poner y aceptar límites. Además, si somos demasiado flexibles, corremos el riesgo de descuidarnos. Mientras que establecer demasiados límites podría llevarnos a ser marginados en nuestros círculos sociales. 

¿Cómo llegamos a un balance?

La clave está en aprender a conocernos e identificar ante qué situaciones nos sentimos cómodos e incómodos. La aceptación social de nuestro comportamiento y las decisiones que tomamos pueden tener una repercusión en nuestro propio bienestar cuando priorizamos el deber ser sobre nuestros deseos. El desarrollo y construcción de la personalidad desde la infancia requiere de una base sólida y flexible, como un bambú, que nos permite cuidarnos y adaptarnos a los desafíos de la vida. Cuando aprendemos a decir no y aceptamos un no como respuesta, nos cuidamos y aprendemos a respetar la posición de los demás. Esta es una acción que nos sirve para fortalecer nuestro carácter y cultivar el respeto.