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28 August 2020

Planear proyectos semi-presenciales



Después de un primer semestre de desafíos y de planear proyectos alrededor de la educación digital, en este nuevo semestre la vuelta a clases trae el reto de los proyectos semi-presenciales. Varios colegios han optado por tener a sus estudiantes algunos días de la semana o del semestre mientras se continúa con los procesos en casa. ¿Cómo ayudar a los estudiantes en este proceso? ¿cómo aprovechar de la mejor manera tanto el tiempo en casa como el tiempo presencial?

 

 

Planear proyectos con flexibilidad

Aunque tenemos unas agendas que cumplir y sobretodo un currículo en muchos casos un tanto atrasado en el cual debemos avanzar, es importante mantener la flexibilidad. Esto implica ser empáticos no sólo con los estudiantes y las circunstancias diversas que han pasado y continúan sucediendo en sus hogares, sino también con nosotros mismos como docentes. Las siguientes son algunas cosas a tener cuenta para lograr este equilibrio:

  • Mantener al tanto de la planeación a los padres y a los niños, de tal forma que todos puedan programarse y alivianar el estrés.

  • Compartir los posibles cambios con colegas, coordinadores y padres sin ansiedad, entendiendo que no se puede lograr más de lo que la situación permite.

  • Priorizar los contenidos y conceptos más importantes.

  • Tener en cuenta las habilidades que necesitarán los estudiantes para desarrollar el proyecto e incluirlas en la planeación.

  • Asegurarse que la evaluación pueda ser abordada desde la diversidad de realidades que se ha evidenciado.

Tiempo en casa vs tiempo presencial

Cuando se es niño, el tiempo tiene una perspectiva diferente. Un año es mucho más largo, hay más cambios en sus relaciones, en su comportamiento y en su propio cuerpo. Por esto, unos meses de encierro implican para ellos mucho más que para un adulto. El reencuentro, por lo tanto, puede ser de personas muy diferentes a las que vimos la última vez.

Aunque la interacción sea limitada, es importante que durante el tiempo presencial los estudiantes tengan tiempo de reconocerse entre sí, de hablar de sí mismos y escuchar a los demás. Aunque puede ser difícil con agendas apretadas, intentar cubrir mucho contenido en los días presenciales puede ser perjudicial para los procesos tanto sociales y emocionales, como académicos. Además, generará una constante lucha entre docentes y estudiantes que no lograrán la difícil tarea de conectar con ellos en los preciados momentos juntos. 

Por esto, en la planeación del nuevo año, hay que atender y honrar los momentos de encuentro con su posible dispersión y en su generación de vínculos emocionales y sociales para aprovecharlos al máximo. Lograr este balance será algo nuevo para todos y requerirá de mucha empatía y flexibilidad tanto en los niños como en los adultos.