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17 October 2019

¿Qué se siente escribir para Tinta?



Cierro mis ojos y siento que estoy flotando.

Me siento inmóvil, sin movimiento. Muchos dicen que estar en el espacio es como vivir eternamente en el segundo final de la caída de una montaña rusa, pero en realidad no es así. En realidad, se siente como estar flotando en la rivera de un río, pero sin tener la sensación de que el agua te está tocando. Estar en el espacio es flotar sin esfuerzo, es poder volar mientras se desea volver a caminar. Vuelo por la falta de gravedad y porque todas las fuerzas de aceleración en mí suman cero. Precisamente por esto, porque mi peso es nulo, debo ejercitarme todos los días y así evitar perder masa corporal. El espacio lo ha cambiado todo, no solo mi forma de ir de un lado a otro, también cosas tan básicas como la rutina que realizaba para mantenerme limpio. Ahora, para bañarme, utilizo jabones especiales que no requieren agua y se limpian con una toalla.  Y, ya que estamos hablando de esto, cómo van los astronautas al baño, en dónde orinan y defecan, en realidad no lo sé, no lo sé.

Abro mis ojos y no estoy flotando. Por el contario, mi cuerpo se siente pesado y rígido.

Estoy aquí en el presente, tumbado sobre mi cama mientras pienso en uno de los recursos académicos que debo desarrollar para Tinta. Hoy tengo que escribir sobre viajes al espacio, un tema inusual y lejano a todo lo que me rodea porque la verdad es esta: no es algo que sienta mío.

Es fácil sentir empatía por las cosas cotidianas, por lo común, lo usual se vuelve imprescindible e incluso tolerable ante nuestros ojos. Por eso me gusta el fútbol, la farra, el vallenato. Los viajes espaciales, no tanto. A medida que he avanzado en Tinta, he aprendido que una de las funciones del docente es convertir lo intangible en relatos de cotidianidad. Siempre intento pensar qué experiencias añoraba cuando era niño y busco traducir mis recuerdos en los recursos que diseño.

Cuando no encuentro ideas, como en el caso de los viajes espaciales, busco las cosas comunes que me unen con la historia. Pienso en los astronautas y cómo su vida diaria cambia en el espacio. Luego, intento buscar elementos específicos que cuenten algo curioso, algo extraño. Finalmente, todo inicia con una pregunta: ¿cómo es el proceso de desecho de residuos fecales en el espacio? 

Me gusta partir desde lugares desconocidos porque siento que eso me permite pensar como piensan los niños.  Así que en la planeación de los recursos académicos, me motivo a dejar que las preguntas sean mi camino y no unos obstáculos. Cada incógnita me lleva por lugares diferentes que jamás pensé explorar; pero no me preocupo. Me gusta el misterio. Me gusta descubrir espacios que solo existían en mi mente. Me gusta emocionarme con cada cosa que aprendo. ¿Acaso no es maravilloso volver a ser niños?

Tinta es así. Hoy fui un astronauta. Ayer visité Constantinopla. ¿Y mañana? No lo sé, pero me emociona descubrirlo.

 

Andrés Felipe Velásquez

Creador de recursos